XXII JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO
“FE Y CARIDAD”
“También nosotros debemos dar la vida por los hermanos” (1 San Juan 3, 16)
El 11 de febrero, en honor de la memoria litúrgica de nuestra señora de Lourdes “patrona de los enfermos”, se celebra la jornada mundial del enfermo, instituida el 13 de mayo de 1992, por el Papa Juan Pablo II, como una ocasión que sensibiliza a todos para actuar cristianamente frente a la realidad del sufrimiento y dolor propia del ser humano.
En el 2014, para animar y evangelizar esta jornada el Papa francisco, propone el eje temático “fe y caridad”, apoyado en el texto bíblico 1 San Juan 3,16 “también nosotros debemos dar la vida por los hermanos”. Es un reto para permanecer en el amor a Dios y al prójimo, al estilo de nuestro Señor Jesucristo que no ahorró la cuota de su propia vida para la sanación de toda la humanidad.
La fe es estar seguros del poder de Dios que siempre actúa y por ello es digno de fiarse a ciencia cierta de él, especialmente en la enfermedad. La caridad es actuar de dentro hacia afuera, movidos por el amor a Dios y a la humanidad.
Afiche

Las Obras Misionales Pontificias en su programa RED NACIONAL DE ANCIANOS Y ENFERMOS MISIONEROS, de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, propone el afiche para la reflexión y difusión de la XXII jornada mundial del enfermo:
En el fondo la cruz, signo del cristiano. En ella Cristo entregó la vida por la dignificación de toda persona y ahora invita hacer lo mismo con los enfermos y con los que sufren, haciendo vida el lema de esta jornada.
En el madero horizontal, un corazón con la inscripción JHS que simbolizan respectivamente, el mandamiento del amor instituido por Nuestro Señor Jesucristo y el monograma del nombre Jesucristo con las tres primeras letras del alfabeto griego.
En el madero vertical como prolongación del corazón una llama que representa la fe e invita a no perder de vista el rostro Jesús en el sufrimiento y el ofrecimiento gozoso de la vida para hallar en Dios la salud.
Como síntesis los brazos extendidos de Jesucristo, que nos envían a ser misioneros de la ternura y de la salud, dando la vida por los hermanos, en actitud de fe y caridad con buena voluntad, afectividad y obras de misericordia sin esperar recompensas humanas.