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¡Con Cristo en el corazón, alegres en la misión!

Queridos jóvenes, con mucha alegría celebremos la XXX Jornada Nacional de la Juventud misionera que tiene como lema este año: ¡Con Cristo en el corazón, alegres en la misión!, en sintonía con la Bienaventuranza que el Papa Francisco nos propone en su mensaje de la XXX Jornada Mundial de la Juventud: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt. 5,8).

El Papa Francisco nos recuerda que las Bienaventuranzas son un programa de vida que lleva a la felicidad. “La palabra bienaventurados (felices)… es como un estribillo que nos recuerda la llamada del Señor a recorrer con Él un camino que, a pesar de todas las dificultades, conduce a la verdadera felicidad”.

De igual manera recuerda a los jóvenes que todas las personas de todos los tiempos y de cualquier edad buscan la felicidad. Dios ha puesto en el corazón del hombre y de la mujer un profundo anhelo de felicidad, de plenitud. ¿No notáis que vuestros corazones están inquietos y en continua búsqueda de un bien que pueda saciar su sed de infinito?

La Bienaventuranza que nos propone el Papa Francisco para la Jornada de este año es la limpieza del corazón. Nos recuerda cuál es la felicidad que sale de un corazón puro: ¿en qué consiste la felicidad que sale de un corazón puro? Por la lista que hace Jesús de los males que vuelven al hombre impuro, vemos que se trata sobre todo de algo que tiene que ver con el campo de nuestras relaciones. Cada uno tiene que aprender a descubrir lo que puede “contaminar” su corazón, formarse una conciencia recta y sensible, capaz de «discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto» (Rm. 12,2). Si hemos de estar atentos y cuidar adecuadamente la creación, para que el aire, el agua, los alimentos no estén contaminados, mucho más tenemos que cuidar la pureza de lo más precioso que tenemos: nuestros corazones y nuestras relaciones. Esta “ecología humana” nos ayudará a respirar el aire puro que proviene de las cosas bellas, del amor verdadero, de la santidad.

No dejar contaminar nuestros corazones, experimentar a Dios como nuestro verdadero tesoro, ser revolucionarios, ir contracorriente, y encontrarnos con Dios, son algunos de los retos de los jóvenes de hoy.

En esta Jornada los invito a que pongamos en práctica las tres formas de encontrarnos con Dios que nos propone el Papa Francisco: oración, lectura frecuente de las Sagradas Escrituras y el encuentro con los hermanos especialmente los más olvidados.

“El encuentro con Dios en la oración, mediante la lectura de la Biblia y en la vida fraterna les ayudará a conocer mejor al Señor y a ustedes mismos. Como les sucedió a los discípulos de Emaús (cf. Lc. 24,13-35), la voz de Jesús hará arder su corazón y les abrirá los ojos para reconocer su presencia en la historia personal de cada uno de ustedes, descubriendo así el proyecto de amor que tiene para sus vidas”.

Dejemos que Cristo sea el dueño de nuestros corazones, dejémonos amar y encontrar por Él para salir gozosos al mundo a decir que él es amor, que está vivo, que nos limpia y fortalece si nos dejamos transformar por Él.

 Afiche

El afiche que proponemos para esta XXX Jornada Nacional de Juventud Misionera, es la imagen de jóvenes sonrientes y unidos. Ellos simbolizan todos los jóvenes de nuestra Iglesia colombiana que experimentan a Cristo en su corazón y sienten la necesidad y alegría de salir a anunciarlo.

Un corazón puro y alegre es aquel que es capaz de salir de sí mismo al encuentro de los demás, aquel que sabe que no vino a ser servido sino a servir y a disfrutar de las cosas simples pero hermosas que nos concede el Señor cada día.

Las letras en diferentes tamaños y colores representan la variedad de dones y carismas que tiene la juventud y que hace que nuestra Iglesia sea una Iglesia joven, creativa, dinámica y alegre.

“Queremos jóvenes fuertes, queremos jóvenes con esperanza y con fortaleza ¿por qué? porque conocen a Jesús, porque conocen a Dios, porque tienen un corazón libre… Un joven que viva así ¿tiene la cara aburrida? ¡No!. ¿Tiene un corazón triste? ¡No!. Ese es el camino, pero para eso hace falta sacrificio, hace falta andar contracorriente”. (Aparte del discurso del Papa Francisco a los jóvenes en Paraguay, 12 de julio de 2015)

Encomendamos nuestra XXX Jornada Nacional de la Juventud Misionera a nuestra madre María quien con un corazón limpio estuvo pronta a obedecer a la voluntad de Dios con su sí generoso, alegre y fiel.

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