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Dios quiere que haya clero nativo en todos los pueblos

¡Apoya las vocaciones nativas!

En nuestro país celebramos la Jornada Nacional de la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol, POSPA, el primer domingo de agosto. Desde las OMP tenemos la siguiente campaña vocacional universal: ¡Agosto, mes de la POSPA! Recordemos que la POSPA es la Obra del Papa a favor de las vocaciones nativas de los territorios de misión del mundo entero.

El decreto Ad Gentes, del Concilio Vaticano II, al hablar de la misión de la Iglesia, dedica una especial atención a la promoción del clero nativo, al respecto nos dice el número 16: “La Iglesia fija con más fuerza sus raíces en cada grupo humano cuando las varias comunidades de fieles tienen de entre sus miembros sus propios ministros de la salvación en el orden de los obispos, de los presbíteros y de los diáconos, que sirven a sus hermanos”.

¿Por qué es importante que haya SACERDOTES NATIVOS en cada cultura?

Escuchemos a San Juan Pablo II que nos habla al respecto:

“En la diversidad de las culturas y la unidad fundamental de toda la Iglesia, el ministerio sacerdotal puede ejercerse ahora del modo más apto a la idiosincrasia de cada pueblo. Queda aún mucho camino por recorrer para que el conjunto de las diócesis pueda disponer de suficientes sacerdotes autóctonos, y la presencia de los misioneros extranjeros es aún indispensable. Pero yo sé que estos últimos favorecen activamente la formación de sacerdotes de origen local, cuyo desarrollo es la mejor recompensa de sus esfuerzos apostólicos” (Carta Apostólica del Sumo Pontífice San Juan Pablo II con ocasión del Centenario de la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol, POSPA, número 3, 1 de octubre de 1.989).

Jesús resucitado, en su mandato misionero de “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos” (Mt 28, 19), quiere también que apoyemos a los jóvenes que Él mismo llama al sacerdocio de entre todas las razas y culturas de la tierra. “Entonces vendré yo mismo a reunir a todos los pueblos y naciones... A algunos de ellos los elegiré para que sean sacerdotes” (Is. 66, 18 y 21).

Recordemos que la Eucaristía es la fuente y la meta de toda la vida cristiana, Jesús en la última cena instituye el Sacerdocio y la Eucaristía como el infinito regalo de su amor misericordioso para alimentarnos de su cuerpo y de su sangre para que tengamos su vida eterna. Sin el sacerdote no es posible la Eucaristía. Y Jesús quiere que todos los sacerdotes sean santos, que todos los seminaristas sean santos, para que puedan ser instrumentos idóneos para santificar el mundo. Ya el Santo Cura de Ars decía que “el mejor regalo para una parroquia es un sacerdote santo”, ese fue el mejor regalo para la parroquia de Ars, el haber tenido al padre San Juan María Vianney. Esto mismo lo podemos decir para la parroquia de Angostura, Antioquia con referencia al beato padre Marianito, o a la de Armero, Tolima, con respecto al beato mártir, el padre Pedro María Ramírez Ramos, más conocido como el mártir de Armero, y así, gracias a Dios y a la respuesta de muchos sacerdotes santos, ha sucedido, y está sucediendo, en muchos lugares del planeta. Quiera Dios y nosotros que así suceda en todas las parroquias y pueblos de la tierra.

Si cultivamos familias cristianas, escuelas con ambiente cristiano y parroquias vivas y misioneras, sin lugar a dudas que el Señor dará abundantes y santas vocaciones de entre todos los pueblos de la tierra, sobre todo si seguimos orando por las vocaciones y al mismo tiempo, con un corazón lleno del amor de Cristo, no nos cansamos de dar testimonio del Señor y de acompañar a muchos hermanos en su camino de fe, conversión y santificación permanente.

¿Qué puedo hacer por la POSPA?

El mejor regalo para la POSPA es un corazón lleno del amor de Cristo, porque la mejor contribución a la pastoral vocación es el propio testimonio de entrega total por amor al Señor, en una palabra: un santo es la mejor promoción vocacional.

“Y para la muestra un botón”. Tenemos el titánico testimonio de Santa Teresa de Calcuta, que sin hacer promoción vocacional explícita, tenía el lujo de escoger, sin ninguna prisa, a qué joven aceptar de entre las muchas que le pedían ingresar a su comunidad de Hijas de la Caridad. Algunas veces la madre Teresa le decía a una joven que no la veía para esta vocación, o que debía esperar algunos meses, o que lo pensara mejor, o que entrara inmediatamente.

Toda promoción vocacional servirá si va encaminada a buscar a los jóvenes que el Señor llama, se trata de una obra divina de máximo cuidado. Los santos han atinado porque han sido dóciles al Espíritu Santo y han procurado ayudar en el camino hacia al sacerdocio a los jóvenes que seriamente se han tomado “servir al Señor con santidad y justicia”, es decir a los que no tienen miedo de seguir a Cristo con amor, fidelidad y radicalidad hasta dar la vida habitual y totalmente por amor a Cristo, a la Iglesia y por la salvación de todos nuestros hermanos.

Doy mi oración y donación por la POSPA

Envía tu ofrenda a una de las siguientes cuentas, cuyo titular es: Obra Pontificia Propagación de la Fe. Nit: 860.008.394 Bancolombia cuenta de ahorros número 20557000743

Banco de Bogotá cuenta corriente número 032014946

Favor enviar comprobante al e-mail: comunicaciones@ompdecolombia.org

Dios le pague por apoyar a la POSPA.

Pbro. Javier Alexis Gil. Dir. OMP de Colombia

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