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VIII Jornada Nacional de la Familia Misionera «El Evangelio de la Familia: Alegría para el Mundo», mayo 15 de 2018

Queridas familias misioneras de Colombia: Este es un año de muchas bendiciones, ya que el Papa Francisco estará presente en el Encuentro Mundial de las familias que se realizará en Dublín del 21 al 26 de agosto del presente año. El Papa invita a vivir el sueño de Dios en la familia a través de siete catequesis como preparación para vivir el Encuentro. Éstas, están basadas en el evangelio de San Lucas 2, 41-52, donde se refiere la pérdida y hallazgo del Niño Dios en el templo. Las catequesis van acompañas de una oración y la Palabra de Dios que ilumina cada una de las facetas de la vida familiar.

Por otro lado, el Papa Francisco, en la Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Leattia hace énfasis en la necesidad del perdón y la misericordia entre los miembros de la familia; y recalca tres palabras claves: Permiso, gracias, perdón. Palabras que en una familia no se deben olvidar, pues son indispensables para que la armonía reine en el interior de cada hogar.

En el numeral 88 de esta Exhortación, el Papa Francisco dice a las familias: “El amor vivido en las familias es una fuerza constante en la vida de la Iglesia. El fin único del matrimonio es una llamada constante a acrecentar y profundizar este amor. En su unión de amor los esposos experimentan la belleza de la paternidad y la maternidad; comparten proyectos y fatigas, deseos y aficiones; aprenden a cuidarse el uno del otro y a perdonarse mutuamente. En este amor celebran sus momentos felices y se apoyan en los episodios difíciles de su historia de vida. La belleza del don recíproco y gratuito, la alegría por la vida que nace y el cuidado amoroso de todos sus miembros, desde los pequeños a los ancianos, son sólo algunos de los frutos que hacen única e insustituible la respuesta a la vocación de la familia, tanto para la Iglesia como para la sociedad entera”. (Amoris Leattia)

Para unirnos el 15 de mayo a la celebración del día Internacional de la familia, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 47/237 del 20 de septiembre de 1993; hemos elaborado un afiche como material para animar esta jornada.

El afiche esta simbolizado a través de un árbol que representa la unidad de la familia, pues solo unida puede hacerle frente a todos los obstáculos que se presentan al interior de ella. El evangelio de San Juan 15, 1-8 nos dice que Cristo es la planta y nosotros los sarmientos, y que solo unidos a Jesús podremos dar mucho fruto. Esos frutos en la familia son los valores, las alegrías, los triunfos, el perdón, el amor; que hacen y mantienen unidas las familias y es Cristo el que debe ocupar el centro de ella. Si se saca a Cristo de la vida familiar se derrumba y es por eso que hoy sufrimos a causa de la división que reina dentro de ella.

El árbol respalda a la familia, expresando el fruto de la unión matrimonial que son los hijos, como prolongación del amor por medio de la formación y educación, conduciéndolos hacia Jesús, por medio de la fe, de manera que lleguen a ser discípulos misioneros en la Iglesia de Cristo en unidad familiar.

Invitamos a todas las familias a celebrar esta jornada en alegría, como bien lo expresa el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Amoris Letitia: “La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia” (n° 1). Esta frase nos lleva a comprender que el deseo permanente de la Iglesia es el anuncio cristiano de hacer sentir a la familia amada por Dios y que ella a su vez corresponda a ese amor de Dios, así como Cristo ama a su Iglesia.

Pedimos a Dios por todas las familias, para que sean fermento de unidad y amor. Que con su testimonio ayuden para que otras familias se motiven y se arriesguen a dar ese paso de vivir en fidelidad y unión conyugal teniendo como centro de su vida familiar a Dios.

No olvidemos que la familia que es evangelizada, se convierte en evangelizadora de otras familias. Y para que esto sea una realidad, la familia debe estar unida a Jesús por medio de la oración, es él quien da la fortaleza para comunicar su amor y para que la unidad familiar permanezca. Recordemos que: ¡Familia que reza unida, permanece unida!

Unámonos en oración para que esta jornada de muchos frutos al interior de cada familia y trascienda en todos los ambientes de la sociedad, manifestando la alegría de ser discípulos y misioneros de Jesús.