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Programas de la Pontificia Unión Misional

1. Red Nacional de Oración por los misioneros y las misiones. Unión de todos los monasterios del país.

Santa Teresita del Niño Jesús, patrona universal de las misiones, nos enseña que la misión es ante todo cuestión de amor. Ella nos muestra que ser misioneros es aprender a dejarnos amar por el amor de Dios. Esto requiere una gran dosis de vida interior, es decir: Dios viviendo en nosotros. Esta es la vida que todo bautizado está llamado a desarrollar. De allí se desprende el fuego misionero.

En la Iglesia, en el campo del ejercicio de la misión, tenemos dos modalidades: la vida activa y la vida contemplativa. Las dos deben estar presentes en todos los fieles, ya que la vida activa hace referencia a la dimensión práctica de la misión, lo que se hace por el Señor, y la vida contemplativa al ser, lo que vivo, Dios viviendo en mí de modo consciente y real. Entonces es primero el “ser” misionero y de allí se sigue el “hacer” la misión, las dos deben ir siempre unidas. Es la unión con Cristo y el ir con Él a la misión.

Tenemos en los patronos universales de la misión el ejemplo claro de vida contemplativa y vida activa. Ambos vivieron profundamente las dos dimensiones, sin embargo en el carisma particular, Santa Teresita del Niño Jesús escogió la vida contemplativa, viviendo de por vida en un convento, y San Francisco Javier la vida activa, evangelizando en Asia, principalmente en la India y el Japón.

Todos estamos llamados a ser contemplativos en la acción, pero cada uno lo vive en su estado y condición propia. Tenemos el caso de hombres y mujeres que eligen la vida de clausura para dedicarse de lleno a la oración, la vida de penitencia, el estudio, el trabajo y la entrega plena a Dios según el carisma de la comunidad religiosa a la cual se vinculan. Tal es el caso por ejemplo de las monjas clarisas, de las concepcionistas, de las Carmelitas, de los monjes cartujos o de los trapenses.

Hay muchas comunidades religiosas e institutos seculares que tienen por carisma la misión, algunas lo tienen en su dimensión general de ir a todos, otros particularmente dedicados a la misión Ad Gentes, como es el caso de los Misioneros de la Consolta, los padres Javerianos y los misioneros de Parma, entre otros. Algunos más, desarrollan la misión en un campo específico como la educación, la salud, los enfermos mentales, los discapacitados, los ancianos, los pobres, los campesinos, los jóvenes, la misericordia, el apostolado seglar, los niños, etc. Allí tenemos innumerables expresiones del Espíritu Santo como por ejemplo los salesianos, las Hijas de María Auxiliadora, los Hermanos de la Salle, los padres dominicos, las hermanas de la presentación, las Hijas de la Misericordia, las misioneras Teresitas, los padres Camilos y muchas más comunidades. Todas las comunidades religiosas, todos los monasterios y todas las asociaciones o movimientos eclesiales, por pertenecer a la Iglesia, son misioneros por naturaleza y por ende están llamados a cooperan en la misión universal que Cristo nos ha confiado.

Desde las OMP invitamos a todos los monasterios y casas religiosas contemplativas a seguir orando por las misiones y por la santificación de los misioneros. Este programa además les ofrece acompañamiento y animación misionera para cada una de sus integrantes. Bien lo decía Santa Teresita del Niño Jesús: “En el Corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el Amor”.

2. Programa Virtual de Formación Misionera: 

Es un especial servicio de formación misionera en la modalidad virtual. Consta de cuatro semestres de estudio. Abarca la Misionología desde las áreas de la espiritualidad, la teología y la pastoral.

Contamos con más de doscientos estudiantes de quince países del mundo. Se dirige a todos los agentes pastorales que desean actualizarse y fortalecerse en su espíritu misionero, según el avance de la teología y del magisterio de nuestra Iglesia.

Los estudiantes integran el proceso formativo a la propia vida y a su experiencia misionera. Además intercambian enriquecedores saberes y vivencias de la misión con otros misioneros.

Está dirigido tanto a laicos como a sacerdotes, religiosos, religiosas, novicias y seminaristas. Todos necesitamos renovarnos en el espíritu misionero y ésta es una maravillosa oportunidad para hacerlo. No olvidemos que ante todo debe ir siempre adelante nuestra honesta búsqueda de la santidad, ya que sin esto, todo proyecto, toda iniciativa y toda actividad carecen de su fundamento que es Cristo mismo viviendo en nosotros.

Gracias al Señor, han pasado cerca de veinte años ofreciendo este Curso de Formación Misionera a los misioneros del mundo. Durante muchos años se ofreció en la modalidad a distancia. Desde hace cuatro años se pasó a la modalidad virtual y se han visto muchos frutos esperanzadores.

Ya hemos contado con dos graduaciones en la modalidad virtual y los misioneros que han realizado este programa dan testimonio de su rica experiencia formativa y de lo provechoso que les ha sido este estudio, tanto para su vida como para el ejercicio de su misión.

Para mayor información contáctenos: programavirtual@ompdecolombia.org

3. Animación misionera de presbíteros, religiosos, religiosas, seminaristas y laicos comprometidos.

Es un grave error considerar que los ministros del Señor, sus religiosos, los seminaristas y los laicos que están muy comprometidos con la misión no necesitan animación misionera. El descuido del propio cultivo espiritual y del sentido verdaderamente católico y misionero ha producido un enfriamiento del vigor evangelizador de la Iglesia.

El modelo es la comunidad apostólica y las primeras comunidades cristianas que realizaron su animación misionera gracias al Espíritu Santo, “protagonista de la misión” (RM, 21).

Toda auténtica animación misionera es realizada por el Espíritu Santo, pero el modo ordinario que Dios tiene para hacerlo es a través de personas que se han dejado poseer Él, o al menos están en empeño sincero.

La mejor animación misionera es una vida según el Evangelio, entendida como un camino en continuo crecimiento, si se cae, volver al Señor con la ayuda de la comunidad eclesial, de los sacramentos, de la amistad cristiana y del ejercicio del apostolado y de la caridad. “No se nos pide que seamos inmaculados, pero sí que estemos siempre en crecimiento, que vivamos el deseo profundo de crecer en el camino del Evangelio, y no bajemos los brazos” (EG, 151).

4. Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas de Colombia. cada dos años.

Los futuros sacerdotes deben cultivar en el tiempo del Seminario un genuino espíritu misionero que los haga salir de sí mismos para donarse del todo y de modo exclusivo al servicio del Señor y de su Iglesia en la misión sacerdotal de llevar al pueblo de Dios a la amistad plena con Él en Jesucristo.

Estos Encuentros Nacionales han surgido como un soplo del Espíritu para promover la conciencia misionera de los seminaristas, tanto de los diocesanos como de los religiosos.

Son espacios para que todos los seminarios de Colombia participen enviando a algunos de sus seminaristas a participar de esta experiencia misionera.

Consta de un congreso interno, en donde los participantes oran, reflexionan, reciben conferencias, desarrollan trabajos de grupo y comparten en ambiente de fraternidad diversos temas y experiencias que promueven su animación misionera. Además del congreso integro se realiza un día de misión y un día de peregrinación e integración.

La temática está siempre iluminada por el magisterio misionero de la Iglesia, aterrizado a la realidad colombiana, y en particular teniendo en cuenta los desafíos y anhelos de los seminaristas, de sus formadores, de sus obispos y de la Iglesia.

Se realizan cada dos años en un seminario escogido por elección de los participantes y con la aprobación del rector y del señor obispo de la sede postulante.

Son organizados por las OMP con la ayuda de la Conferencia Episcopal de Colombia, especialmente su departamento de Vocaciones y Ministerios Jerárquicos y el departamento de Animación Misionera.

Dios mediante el próximo ENCUENTRO NACIONAL MISIONERO será del 24 al 29 junio de 2015 en el seminario provincial San Carlos Borromeo de la arquidiócesis de Cartagena.

Les pedimos oración por esta iniciativa y por la santificación de los seminaristas y sacerdotes.

5. Retiros misioneros para seminaristas.

La Iglesia en su milenaria experiencia ha estado siempre convencida de la necesidad de avivar la espiritualidad de todos sus hijos. Especialmente, los seminaristas han de renovar diariamente, con la oración y el cumplimiento de la voluntad de Dios en su vida, su amor a Jesús, pues el espíritu misionero es hijo único del amor a Jesucristo.

Los retiros misioneros, realizados con la gracia y ayuda del Señor, son una experiencia de renovación y de empuje misionero para los seminaristas. Son realizados principalmente con la iluminación del magisterio misionero de los Papas, especialmente con la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.

Las OMP, por medio de este servicio, ofrecen a todos los rectores de los seminarios esta experiencia espiritual que afianza la preparación hacia un sacerdocio ministerial según el Corazón de Cristo, Buen Pastor.

Agradecemos a todos los seminaristas, formadores y seminarios que nos han acogido. Con la ayuda del Señor, confiamos estar siempre a su disposición.

6. Retiros espirituales para sacerdotes.

El sacerdote no debe descuidar el cultivo de su vocación y de su amor al Señor. Todo presbítero es doblemente misionero, primero en razón de su bautismo y segundo en razón de su consagración sacerdotal. “Sólo un sacerdote enamorado del Señor puede renovar una parroquia” (Aparecida, 201).

Los retiros espirituales son necesarios para todo sacerdote, esto es una convicción de nuestra Iglesia que en su amor materno, nos pide realizar al menos un retiro espiritual anual, de varios días. También es de alabar la práctica mensual o periódica de estas jornadas espirituales. El sacerdote ha recibido la misma misión que Cristo le confió a los apóstoles de evangelizar a todas las gentes.

“El don espiritual que recibieron los presbíteros en la ordenación no los dispone para una misión limitada y restringida, sino para una misión amplísima y universal de salvación "hasta los extremos de la tierra" (Act., 1, 8), porque cualquier ministerio sacerdotal participa de la misma amplitud universal de la misión confiada por Cristo a los apóstoles. Pues el sacerdocio de Cristo, de cuya plenitud participan verdaderamente los presbíteros, se dirige por necesidad a todos los pueblos y a todos los tiempos, y no se coarta por límites de sangre, de nación o de edad, como ya se significa de una manera misteriosa en la figura de Melquisedec. Piensen, por tanto, los presbíteros que deben llevar en el corazón la solicitud de todas las iglesias. Por lo cual, los presbíteros de las diócesis más ricas en vocaciones han de mostrarse gustosamente dispuestos a ejercer su ministerio, con el beneplácito o el ruego del propio ordinario, en las regiones, misiones u obras afectadas por la carencia de clero” (PO, 10).

7. Escuelas de Animación Misionera: ESAM.

Este programa es un servicio especial destinado a realizarse en un fin de semana o en al menos dos días. Presenta los fundamentos espirituales, pastorales y doctrinales de la misión de la Iglesia y de la misión de cada fiel en el estado de vida que el Señor le ha dado: vida laical, sacerdotal o consagrada.

Se dan herramientas para el trabajo pastoral, se comparten espacios de oración, de reflexión, de intercambio de experiencias misioneras. Se ofrecen subsidios didácticos y dinámicos para el desempeño apostólico.

Esta experiencia sensibiliza y fortalece la conciencia misionera de los participantes. Es espacio para la animación de los animadores misioneras. Todos necesitamos animación misionera

“El verdadero misionero, que nunca deja de ser discípulo, sabe que Jesús camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera. Si uno no lo descubre a Él presente en el corazón mismo de la entrega misionera, pronto pierde el entusiasmo y deja de estar seguro de lo que transmite, le falta la fuerza y pasión. Y una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie” (EG. 266).

La Escuela de Animación Misionera, ESAM, es para entusiasmarnos por Jesús, llenarnos de Él y así poder darlo a los demás con alegría y convicción.

8. Jornada de la Pontificia Unión Misional: 3 de diciembre.

Esta Jornada se celebra en el día en el cual la liturgia de nuestra Iglesia conmemora a San Francisco Javier, patrono universal de las misiones, el 3 de diciembre.

La PUM es el alma de las OMP porque promueve la conciencia misionera de los agentes evangelizadores: sacerdotes, religiosos, seminaristas y laicos comprometidos.

Con motivo de esta jornada también se ha llevado a cabo, durante los primeros días de diciembre, un especial Retiro Misionero para un grupo especial de seminaristas que participaron en el Encuentro Nacional Misionero y que se han destacado por manifestar su espíritu misionero en sus seminarios o durante el encuentro.

En la Sede Nacional se celebra la Eucaristía de la Jornada de la PUM. Además, en torno al 3 de diciembre también celebramos los grados del Programa Virtual de Misionología, servicio ofrecido por la PUM, para promover el espíritu misionero de los discípulos misioneros.