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RED NACIONAL DE ANCIANOS Y ENFERMOS  MISIONEROS RENAEM

La Iglesia en estado permanente de misión, inmersa en el proyecto visión 2024 de las Obras Misionales Pontificias de Colombia, revoluciona a todos los bautizados para cumplir su misión de “Vayan  y hagan discípulos a todos los pueblos y bautícenlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al espíritu Santo,”  (Mateo 28, 19) y además con la recomendación específica: “Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios;” (Mateo 10, 8)

El Evangelio, exige que la salud, no sólo se quede en la dimensión espiritual y misionera, sino que toque lo físico, psíquico, social e  intelectual, ya que Jesús vino “para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud” (Juan 10, 10)

Los destinatarios de la RENAEM  son todos los bautizados, que anhelen comprometerse con el proyecto de Nuestro Señor Jesucristo,  “les aseguro que cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron” (Mateo 25, 40).

En las OMP, ponemos a su disposición el acompañamiento misionero de los ancianos y enfermos, especialmente con la  formación e interacción permanente con los agentes de pastoral de la salud, las familias de los enfermos y todas las personas que deseen unirse  esta causa misionera de la Iglesia.

La Red Nacional de Ancianos y Enfermos Misioneros (RENAEM) es:

Es un servicio de las OMP, como expresión de apostolado misionero, para ayudar a la Iglesia universal, desde la aceptación cristiana del sufrimiento humano. Esta obra concreta, entonces para los enfermos, el servicio de animación, formación, comunicación, organización y cooperación misionera, en este caso referido a los enfermos, a los ancianos, a los limitados físicos, o a los que sufren cualquier enfermedad, a sus familias, a los que están dedicados a los enfermos, los asilos, centros geriátricos y a sus  servidores misioneros.

Es un servicio de las OMP, como expresión de apostolado misionero, para ayudar a la Iglesia universal, desde la aceptación cristiana del sufrimiento humano. Esta obra concreta, entonces para los enfermos, el servicio de animación, formación, comunicación, organización y cooperación misionera, en este caso referido a los enfermos, a los ancianos, a los limitados físicos, o a los que sufren cualquier enfermedad, a sus familias, a los que están dedicados a los enfermos, los asilos, centros geriátricos y a sus pastores.

Explicación del logo de  la Red Nacional de Ancianos y Enfermos Misioneros:  

  • Cristo sobre el mundo: Como varón de dolores, con su Dolor y pasión por el Reino  salvó toda la humanidad,  en todas las etapas de la vida.
  •  Unido al Dolor – Amor  de Cristo en la cruz, el dolor – amor del enfermo es redentor.
  •  El mundo: Es el campo donde hay que anunciar a Jesús desde el dolor, la enfermedad y la ancianidad. 

 El círculo: Simboliza la universalidad de la Iglesia, el cristiano debe ser un hombre planetario.

Himno

Raíces Históricas de la RENAEM

A finales del primer tercio del siglo XX en diversas naciones  existían algunas asociaciones que tenían por objeto agrupar a los enfermos, con el fin de ofrecer constantemente sus plegarias y dolores por las misiones.

La red de enfermos Misioneros nació en 1928, del celo de un alma fervorosa y ardiente, Margarita Godet, enamorada del apostolado misionero, e inmovilizada ella misma por la enfermedad.

Fue en la diócesis de Pamplona (España), hacia  el año 1933, cuando empezó a difundirse, aunque de manera privada, la Unión de enfermos Misioneros. El año 1940 quedaba erigida canónicamente y en 1945, fue declarada oficialmente por la Pontificia unión Misional como asociación auxiliar de la misma.

Intencionalidades: 

  • Animar misioneramente a quien está enfermo, anciano o limitado físico para que ofrezca sus oraciones y sufrimientos  por las misiones y los misioneros.
  • Ayudar espiritualmente a los enfermos para que vivan la dimensión redentora del dolor como medio para su propia santificación, y como cooperación a las necesidades de la Iglesia y por la salvación del mundo.
  • Buscar que el enfermo misionero sea también misionero con otros enfermos, con su propia familia y con las familias de otros enfermos, de modo que se apoyen en la oración y en la amistad.
  • Ayudar al enfermo  a valorar el sufrimiento en el plano espiritual, para que lo acepte a la luz de los sufrimientos de Cristo y de María.
  • Apoyar en cada parroquia la organización de la pastoral  de la salud y con los ancianos (bajo sus diferentes manifestaciones o nombres), que ayude al enfermo  y al anciano a vivir la dimensión espiritual y misionera del dolor y las limitaciones propias de la edad.
  • Colaborar activamente con los organismos implicados en atención a enfermos  ancianos y limitados físico, para que, se preste el servicio en clave de pastoral misionera que ayude a la calidad integral de las personas a su cargo.
  • Promover  a la luz del Evangelio y el Magisterio de la Iglesia: la prevención de la salud,  y el amor por la vida   en todas las realidades  del ser humano que ayuden a vivir en actitud permanente de gozo y ofrecimiento a Dios por medio de Jesucristo y bajo la acción del espíritu Santo.

Metodología:

Apoyados en los que ofrece Aparecida No. 226:

  • Experiencia Religiosa: se ofrece a los destinatarios la oportunidad de  experimentar a Jesús, de cuestionar la propia vida a la luz de la Palabra,  en ambiente de oración que los lleve a un  cambio de vida integral. “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro  con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida “(Aparecida 243)
  • Vivencia comunitaria: es necesario tener sentido de pertenencia a una parroquia, a una comunidad.  Esto ayudará  a emprender acciones  misioneras dentro de una espiritualidad y plan pastoral concreto. “Sin este camino espiritual de poco servirán los instrumentos externos de comunión. Se  convertirán  en medios sin alma, máscaras de comunión más que modos de expresión y crecimiento” (Aparecida 203).
  • Formación bíblico-doctrinal: Profundizando en el conocimiento de la Palabra de Dios y los contenidos de la fe, ya que es la única manera  de madurar su experiencia religiosa. “Ser discípulo  es un don destinado a crecer” (Aparecida 291)
  • Compromiso misionero de toda la comunidad: salir al encuentro de los alejados, los que no encuentran sentido a la vida, a fin de despertar, reavivar, mantener y formar en la fe. “Discipulado y misión son como las dos caras  de una misma medalla” Documento conclusivo Aparecida No.3)

Subsidios:

  • Boletín trimestral “El dolor es misionero”
  • Revista de Misiones: comparte el recorrido de la RENAEM.
  • Audios para ancianos y enfermos misioneros.
  • Catequesis anuales: Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial del Enfermo.
  • Manual para la Pastoral Misionera con los enfermos “Levántate y camina”.